La solución de los conflictos familiares requiere, con frecuencia, además de los preceptivos conocimientos jurídicos, un profundo ánimo conciliador y gran agilidad en la gestión de los trámites para, con todo ello, poder alcanzar soluciones con celeridad.
Dicha rapidez debe perseguirse siempre en atención a poner fin cuanto antes a este tipo de conflictos, dado que en ellos se entrelazan intereses económicos, patrimoniales y personales con lazos de parentesco, lo cual hace que las partes se encuentren especialmente afectadas durante el transcurso de los mismos.
Agilizar los trámites de un divorcio para que, desde que los cónyuges deciden disolver su relación, hasta que la demanda esté presentada en los juzgados transcurran solo unos pocos días, fomentar acuerdos entre las partes que permitan alcanzar soluciones consensuadas que agilizan profundamente los procedimientos y dejar claro desde un primer momento las posibilidades y expectativas así como los cauces disponibles son los pilares básicos de nuestro despacho en este ámbito.